Con los últimos
compases de la administración Obama se han acelerado en Europa los actos
disuasorios. A la venta masiva de armas a Polonia se ha sumado el
apremiante despliegue militar estadounidense en dicho país y en sus vecinos
bálticos ante la supuesta agresividad de
Rusia y sus insaciables apetitos territoriales. Escandinavia y sus
posesiones árticas están también incluidas en esta táctica, con Suecia ganando
peso específico como potencia militar regional.
La supuesta
tibieza atlantista y proteccionismo del nuevo Presidente Trump han motivado los
últimos coletazos intervencionistas cargados de retórica anti-rusa y pretendida
salvaguarda de los intereses europeos y globales de la Comunidad Internacional.
Un último gesto del hasta ahora más mediático Presidente de los Estados Unidos.
Con la caída de
Alepo en ciernes, asistimos a la enésima resucitación de la matanza de
Srebrenica. Las comparaciones se han sucedido, tanto en medios occidentales
como islamistas. Hoy como ayer, el enemigo presenta parecidos y las estrategias
de manipulación informativa semejanzas.
Tan es así que
la causa bosnia se ha sumado a la campaña de repulsa internacional de la muy
sangrienta batalla por los bastiones islamistas de la ciudad, bombardeos por la
aviación siria y presumiblemente rusa.
No es
casualidad que ahora, tras más de cinco años de cruenta guerra, se acudan a
estas campañas de sensibilización y solidaridad con los castigados por el
tiránico Al Assad. Ya se intentó antes, el causus belli de los ataques
del gas que Francia y EEUU presentaron como obra de un régimen diabólico que la
ONU rechazó por falta de pruebas y por falsedad documental. Los bombardeos
atlantistas contra Siria se evitaron en última instancia, Alemania nunca estuvo
interesada, Reino Unido se bajó del burro, viendo que Cameron ya causaba más
daños a su país que cualquier posible enemigo, y el resto de naciones quedaron
a la expectativa.
Homs, la ciudad
de importancia más contraria al partido gobernante, por su intolerancia sunnita
y rigorismo islamista, tras ser centro de otra infernal vorágine de sangre y
fuego cedió antes las tropas del gobierno sirio. La primavera árabe siria,
lejos de triunfar en su cuna, escapaba de los controles y cálculos
occidentales, y sus consecuencias y ramificaciones empezaron a ser
multilaterales. Homs sufrió un cerco y entonces pudimos leer lo mismo que hoy,
el regreso al recuerdo del genocidio de Srebrenica. Las firmas de Henry-
Levy, Solana, el secretario de la OTAN y tantos otros amigos del ventajismo
político y del poder establecido intentaron influir y seducir a una opinión
pública occidental, que no tenía el menor interés por un país pobre, remoto y
desconocido. Consiguieron la demonización del líder sirio y la descalificación
total del modelo que regía el país. El último de los regímenes multiétnicos y
con libertad religiosa en el mundo árabe, e inevitablemente de signo socialista
es el objetivo a abatir. Lo que por supuesto no explica sus excesos, pero si la
animadversión de la comunidad Internacional, y de la doctrina OTAN-Washington,
tantas veces vista desde la guerra de Afganistán de 1979-88. Por no hablar del
martirizado Irak.
Afortunadamente
la batalla por Alepo concluyó con la victoria del ejército sirio. Y la gente
pudo pese a la adversidad, dolor y carestía volver a respirar, vivir y expresar
su libertad religiosa en las Navidades, sin miedo a ser exterminada.
Obviamente
la identificación bosnio-musulmana con las víctimas del asedio de Alepo
contrasta con el silencio de las repetidas masacres e inenarrables vesanias de
los islamistas contra la población civil, y los genocidios que siguen llevando
a cabo contras kurdos, yazidíes y cristianos. Y la Bosnia de Sarajevo lo
hace en un equilibrio muy frágil y arriesgado.
Obligada
por Estados Unidos, las declaraciones de la embajadora estadounidense ante la ONU,
comparando el genocidio de Srebrenica y la "masacre de Sirte"
(la de Gadafi, por supuesto) con el cerco del ejército nacional sirio por la
reconquista de la segunda ciudad del país no es casual. Con estas declaraciones
se pretende otra vez mas hacer de la ciudad bosnia, la depositaria de la
memoria colectiva del genocidio en Europa y contra los musulmanes en un
arriesgado y frágil equilibrio con el extremismo islamista que avanza en
Bosnia.
El
eterno recordatorio de la mala conciencia europea, el mito imaginario de la
inocencia de la causa justa y musulmana multicultural despedazada y masacrada
por el inhumano enemigo serbio.
La
imagen es tan poderosa y el discurso de la manipulación tan persistente y
reestructurado continuamente por los medios políticos y de comunicación que se
ha convertido no sólo en un referente para ganarse a las masas musulmanas sino
en una verdadera carta comodín para convencimiento de los supuestamente
políticos occidentales alternativos, críticos o izquierdistas, tan amigos
de la ignorancia, demonización de los pueblos, bloqueos económicos y de
las campañas militares como el que más. Sin olvidar nunca, los pingues
beneficios que suelen llevar asociadas estas campañas, ligadas a las sumas que
mueven y reciben las ONG ,asociaciones y gobiernos implicados. Además de la
satisfacción de sus egos al poder pontificar siempre sobre el mal sin tener
oposición visible.
Actos
tan espantosos como este pretenden ser a su vez una llamada de atención contra
la islamofobia. Tan equivocada como cínica, al ver el fundamentalismo y
agresividad que persiguen. En este caso como en muchos otros: una imagen vale
más que mil palabras:
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Y
siendo Srebrenica un tótem, un verdadero talismán para la causa bosnia, es en
consecuencia un punto de partida. Extrapolable a cualquier parte del mundo para
que el islamismo "moderado “muestre sus bondades, sufrimiento y respetabilidad.
Siempre que no se tuerza y resulte nocivo para los intereses y vidas
occidentales, como es ya habitual. Evidentemente las vidas de los serbios
quedan excluidas de la ecuación.
Los
referentes morales de la causa bosnia son múltiples y se erigen en custodios
del bien y del mal. Alepo ha sido una prueba más, la llamada de los niños de Srebrenica redunda en ese sentido.
Y siempre de forma muy, muy oportuna.
El
pasado 16 de Enero, desde Luxemburgo,Atif Dudakovic llamó durante otra
manifestación más de odio islamista ligado como no podía ser de otra manera a
otro acto recordatorio más de Srebrenica a los jóvenes
bosnio-musulmanes a armarse contra los serbios, y demostrar su poder.
Este
sujeto, fue el Comandante en Jefe de la Quinta división de la Armija Bosnia,
sin duda el cuerpo más sanguinario que operó durante la guerra de Bosnia. Queda
tristemente para corroborarlo un reguero de sangre repartido por la
geografía bosnia. Sus atrocidades, torturas, y mutilaciones en poco difieren de
las usadas por el Daech. Sus reclutas conformaban una verdadera internacional
islamista, con asesinos extremistas musulmanes de variada procedencia. La
criatura que Ben Laden había creado y fogueado durante la guerra de Afganistán
contra la Unión Soviética, masacraba infieles en Europa. El salto cualitativo
dado desde Afganistán, Argelia, y el Cáucaso ex-soviético, es más que notorio.
Que
este personaje siga en libertad sin cargos y nunca haya sido juzgado, dice
mucho sobre las intenciones reales del Tribunal de la Haya y sobre el papel
occidental en la guerra civil yugoslava.
La
elección del lugar de retiro temporal de este oficial, de cargo vitalicio no es
baladí. Luxemburgo es un buen lugar para gestionar ahorros, fondos
gubernamentales y mordidas varías. También para alimentar viejas amistades y
extender redes de relaciones. Asimismo se antoja un buen sitio para
evitar órdenes de detención y extradición, visto el arresto de Haradinaj.
Su
actividad propagandística se inscribe en una ola de hostilidad bosnio-musulmana
iniciada por el propio presidente Bakir Izetbegovic, con la promoción
impenitente de estudios institucionales sobre el Genocidio contra los
"bosniacos" antes de la guerra.
Una
pieza más en la escalada de tensión creada por los servicios secretos
bosnio-musulmanes, cuyos preparativos ya han sido discutidos en el Parlamento
de ByH.
Sumado
a las amenazas provenientes de Croacia sobre una planeada invasión militar de
la República Srpska, que ha hecho reaccionar al gobierno serbio que baraja
seriamente cambiar su postura política frente a su vecino. Mientras tanto
Croacia toma la delantera una vez más y lanza 84 puntos en contra de Serbia,
para que sea rechazada en sus negociaciones con la UE. Algo que posiblemente
debería agradecerse a Zagreb. Estamos pues ante otro escenario de fuerte
crispación desde que el partido ultranacionalista croata HDZ
regresó al poder.
Kosovo
y Metohija está ya en situación de alarma desde la irrupción de la policía
armada kosovar para frenar el tren entre Belgrado y Pristina. Las reiteradas
amenazas dialécticas albanokosovares han encontrado su justa respuesta en las declaraciones del Presidente serbio
Nikolic:
"Si
Kosovo quiere la guerra, Serbia está preparada para enviar tropas".
Personalmente
me es imposible apelar al pacifismo y al humanitarismo, ya que estos mismos conceptos
han estructurado una ilegal guerra de agresión, facilitado una limpieza
étnica y una destrucción del patrimonio bizantino-ortodoxo lacerantes. Además
de establecer un auténtico estado criminal y un exportador de criminales
yihadistas sin parangón. Kosovo ha sido recientemente
aceptado por la UEFA como miembro de pleno derecho, tras ser desestimada el
recurso serbio. La similitud con el caso gibraltareño no hacía albergar el
menor optimismo al respecto. Aunque este sea en verdad el menor de los
problemas.
La
preocupación es la capacidad real de Serbia y la República Srpska para aguantar
tamaños desafíos multilaterales. No conviene tampoco olvidar el gran problema
migratorio que está afrontando Serbia, su ejemplar comportamiento, tanto de las
instituciones como de la población que da unas muestras de solidaridad y
humanidad que ningún país musulmán le ha brindado jamás. Mucho tiene que ver en
ello, los valores yugoslavistas que todavía resisten.
Esperemos que Donald Trump de una parada a las politicas de globalizacion asesina de USA y la NATO, aunque los poderes en la sombra que manejan a titeres como Bush y Clinton y la prensa mundial va a por el. Lo que esta claro es que el proteccionismo a los integristas musulmanes de bakir izetbegovic se va a moderar, tambien el Brexit hara que cada vez mas UK se desentienda de los balcanes. Esperemos que el FN obtenga un buen resultado en Francia para borrar de un plumazo la politica proyihadista del socialimo frances y su sumisuon a la Nato. Serbia actualmente solo puede resistir y en ultima instancia forzar la particion del Kosmet esperar entrar en la UE para comerciar con republicas con las que tenia buena relacion como Eslovenia y una vez dentro poner en su sitio a Croacia
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