Memoria histórica

Carta enviada al Ministerio de Justicia del Gobierno de España, a Memoria histórica:

Con ocasión de la aprobación de la nueva ley de Memoria Histórica considero adecuado y de justicia incluir en ella  a dos de los mayores criminales  de la Segunda Guerra Mundial que todavía  están enterrados  en nuestro país  tras recibir amparo  por parte de  la dictadura  franquista. Ambos eran  lo que actualmente sería nacionalidad croata.

El primero de ellos es AntePavelic, reconocido ampliamente en por haber ocupado la Jefatura  del movimiento ustacha y ser el dictador del estado  independiente de Croacia. Este estado títere de los nazis fue culpable de participar en el Holocausto, así como de crímenes contra la población civil , creador de Jasenovac (el peor campo de los Balcanes) y encargado de la  dirección  de  otros campos  de exterminio de la antigua Yugoslavia  donde  cometió el mismo  multitud de asesinatos entre la población reclusa .

Este campo fue dirigido con extrema crueldad por Maks Luburic, cuya sepultura preside la plaza central del cementerio de Carcajente. En su lápida figuran de forma ostentosa el símbolo de los ustacha, organización genocida y después terrorista( y reconocida internacionalmente como tal)  cuyo escudo no debe ser confundido con el de la República de Croacia, país miembro de la UE , merecedor de todos los respetos.

 Luburic fue  a su vez fundador  en nuestro país de Otpor o Resistencia Nacional Croata responsable de atentados contra las autoridades yugoslavas (con resultado de varias víctimas mortales) así como  secuestros aéreos. También creo la Revista Croata que hizo apología de la violencia con grandes muestras de racismo, simpatías fascistas y enaltecimiento del terrorismo hasta que  su última sede española  fue cerrada en Barcelona en 1991.

Conforman dos grandes manchas negras en la historia de la humanidad que ocupan un lugar inmerecido en nuestro suelo y gozan de una impunidad inconcebible.

Así pues solicito que tramiten su exhumación y repatriación lo antes posible  amparándose en principios de derecho universal reconocidos por la ONU ,reflejados por la nueva Ley a los cuales se acoge. Pido también la reparación hacia sus  centenares de miles de víctimas de diversas nacionalidades. Poniendo a su vez  fin al execrable santuario para criminales  de guerra que fue España durante la dictadura del  General Francisco Franco.