Creo conveniente cerrar el año, con la clausura del
Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia que tuvo lugar en la
Haya este pasado 21 de Diciembre. Durante estos meses de involuntario pero
prolongado silencio, se han ido sucediendo episodios judiciales lo
suficientemente significativos como para poder valorar el trabajo de esta Corte
de Justicia que desaparece tras 24 años de existencia, 161 acusaciones, un
desfile de más de 5000 testigos, más de 11,000 sesiones celebradas y una causa
y acusación fundacionales que la han dotado de significado y razón para
existir: Demostrar que fue Yugoslavia primero y después Serbia, el único
culpable de la guerra y que sobre el pueblo serbio recae la mayor de las vergüenzas,
la de haber cometido Genocidio. Para esto se creó esta Corte penal, cuyo fin
fue reconocido por el desaparecido Richard Holbrooke que lo tildó como el mejor
de los instrumentos para llevar a los líderes serbios fuera del terreno político
y ganar la guerra. Aquello lo dijo en 1993 con los primeros pasos del tribunal.
Obviamente la decisión ya se había tomado con el estallido de la guerra civil
en la antigua república yugoslava de Bosnia Herzegovina. Aunque en este sentido
desde entonces pocas cosas han cambiado. El guión de la justicia de los
vencedores no ha movido una sola coma durante estas dos décadas largas de
encausamientos, encarcelamientos y fallecimientos bajo sospecha como de Milosevic.
El telón se bajó con declaraciones solemnes, desfiles
de políticos enfundados en sus trajes, interminables apretones de manos entre
unos y otros, palabras como paz ,justicia y reconciliación escupidas
apresuradamente como si molestasen, y dificultarán lo realmente importante
durante la función del elegante y superfluo acto de despedida, hacer hueco a
las exquisiteces culinarias y pensar en otros escenarios más interesantes,
electoralmente rentables y económicamente más estimulantes que Yugoslavia.
Yugoslavia , el país que fue y al cual esta corte penal ha acabado
de ultimar, de asociar quizá de manera indisoluble y perpetua con la
culpabilidad y con una supuesta y pretendida naturaleza criminal.
Las declaraciones ofrecen pocas dudas sobre la
victoria obtenida a costa de Yugoslavia y
el objetivo conseguido:
En palabras de Antonio Guterres Secretario Gral. de
Naciones Unidas, de signo claramente continuista:
"Este tribunal "contribuyó al
mantenimiento" de la paz y la seguridad internacionales y dio a las
víctimas "la oportunidad de hacer llegar su voz" en una corte y de
"ver a sus agresores" rindiendo cuentas ante la Justicia.
Asimismo, afirmó que la corte "ayudó a sanar las heridas" provocadas por el derramamiento de sangre y llamó a iniciar los esfuerzos políticos para la reconciliación de las sociedades de la antigua Yugoslavia"
Asimismo, afirmó que la corte "ayudó a sanar las heridas" provocadas por el derramamiento de sangre y llamó a iniciar los esfuerzos políticos para la reconciliación de las sociedades de la antigua Yugoslavia"
Más allá de la pura retórica (en la peor de sus
vertientes) sus postulados están muy lejos de cumplirse, y así debía ser para
que el tribunal cumpliera su cometido. Evidentemente en esta justicia no están
presentes las víctimas serbias, las más numerosas de la guerra. Del mismo modo
que tampoco se sentaron, ni fueron acusados y consecuentemente condenados todos
los culpables. La abrumadora mayoría fueron serbios así como confirmada y
difundida una y otra vez la mayor gravedad de sus crímenes. Pese a que el
mismo tribunal de La Haya (localidad dónde se encontraba) en una ocasión
llegó a constatar que todos los bandos habían cometido limpieza étnica.
Pero sólo hubo un bando derrotado en la guerra, un
país destruido y una comunidad marcada. Para conseguirlo de forma fehaciente,
fueron necesarias una combinación de palabras, Crímenes contra la humanidad,
matanza de Srebrenica y por encima de todo, la mayor de las infamias:
GENOCIDIO.
Pese a que pueda distraernos el dantesco episodio del
suicidio del general bosnio croata SlobodanPraljak( algún medio español llegó a escribir que se trataba
de un serbobosnio)acusado de crímenes contra los bosnio-musulmanes y de haber
ordenado volar el puente de Mostar, sin duda una imagen que ni los medios
de comunicación ni las poderosas agencias de comunicación y de relaciones
públicas estadounidenses que trabajaban para el gobierno croata de Franjo
Tudjman pudieron borrar. El militar en medio de la sala sacó un vasito de
cianuro y se suicidó ante el juez y las cámaras de televisión. No hubo culpable
croata , más bien todo lo contrario. Otro héroe de guerra con un final digno de
jerarca nazi en no pocos aspectos. El país celebró un día de luto
nacional y se oficiaron misas en su memoria en las principales ciudades del
país.
Olvidando escandalosas absoluciones anteriores de
criminales de guerra croatas(siempre y cuando las víctimas fuesen serbios), se
quería con esta fallida intentona, mostrar de cara a la galería una cierta
ecuanimidad. Pero sobre todo a la comunidad bosnio musulmana y especialmente al
gobierno de Sarajevo que la disolución de este tribunal que tanto ha velado por
sus intereses, no va a significar en ningún caso su abandono por parte de la
Comunidad Internacional. El único pilar junto a las decisiones emanadas de este
tribunal que sostienen la Federación de Bosnia y Herzegovina.
No en vano, y siendo fieles a este espíritu de venganza, la
despedida del TPIY tuvo como colofón final, la condena a cadena perpetua de Ratko Mladic acusado
y declarado culpable de entre otros los cargos de la matanza de Srebrenica y de
Genocidio. El antiguo general del SRS ejército de los serbios de Bosnia
no quiso escuchar el veredicto en el banquillo de los acusados ni pudo
guardar silencio ante la sentencia. Posteriormente los servicios médicos
serbios no pudieron atender al ex militar serbobosnio que sufre un cáncer, por
prohibición expresa de las autoridades judiciales internacionales. Cabe decir
que algunas de las acusaciones ya habían sido presentadas en juicios
anteriores. Con lo cual incluso quedarían en entredicho las formas y figuras
penales. Aunque pecaríamos de ingenuidad si pensáramos que esto tiene la menor
importancia en este proceso y a estas alturas.
El fallo fue recibido con alborozo por los musulmanes
de Bosnia .La rúbrica perfecta , poco más de un mes después que este mismo
Tribunal , dictará que :
Los acusados bosnio musulmanes Naser Oric y Sabahudin Muhic fueron absueltos de cargos
de violación de las disposiciones de las Convenciones de Ginebra.
Acusados esta vez por la fiscalía serbia tras
varias causas también revocadas, por tres asesinatos que el mismo Nasser Oric, héroe
islamista de la Armija Bosnia reconoció en tono jocoso jactándose de su
autoría y del dolor causado. Su papel durante la batalla de Potoçari, en el
enclave de Srebrenica del que huyó ,presenta no pocas zonas grises de las que
ha sido acusado por parte bosnio musulmana. Las victimas serbias abandonaron la
sala.
La suspensión del TPIY se produce justo en el momento
que gracias a las investigaciones de Dick Marty de la Unión Europea se ha acusado a más de 60 miembros
del ELK de crímenes de guerra , con más de 500 asesinatos de
serbios y albaneses. El gobierno en pleno, con Thaci y Ramush Haradinaj a la
cabeza están encausados así como más de 40 diputados del parlamento kosovar.
Ahora sólo pueden celebrar que el mismo tribunal que los absolvió, cierre sus
puertas tan oportunamente. Y que la decisión y órganos para juzgarlos sean los
propios. Nada en verdad preocupante, visto que la justicia internacional ya les
ha exculpado reiteradamente.
No obstante algunos no sólo ciegan a la justicia sino
que cierran los ojos ante tales atropellos:
"Hoy estamos aquí celebrando que hemos
ajusticiado a generales y oficiales por perpetrar las barbaries y los crímenes
de esa guerra, pero también a los líderes políticos por usar la maquinaria
burocrática para permitir aquellos crímenes”
Fiscal general del TPIY Serge Brammertz.
No hay duda de que para quien ha trabajado la justicia
internacional. No obstante lo que siempre se omite es quienes han sido las
principales víctimas de la injusticia y que ha habido muchos verdugos. Unos
durante la guerra, otros después que siguen gozando de la protección
internacional como en el caso kosovar, y otros, los últimos son quienes han
cometido sus abusos al calor de sus togas y de los medios de comunicación.
Muchas gracias por tanta información. Nos es de suma importancia para todos los que profesamos admiración, respeto y solidaridad para con el pueblo Serbio y sus vituperiados líderes, sin comernos los cuentos de los medios y occidente.
ResponderEliminarMuchas gracias. Saludos desde Uruguay y continúa en esta línea.