El pasado mes de agosto nos dejó Louis Dalmas. Fotógrafo, periodista, escritor y comunista francés.
La tristeza es doble, por su desaparición , nuestra ignorancia durante tantos meses por su estado de salud y su fallecimiento que se produjo tras estar casi un mes ingresado en el hospital.
Nos dejó a una más que respetable edad. Aunque pueda parecer inconcebible, uno no se hace a la idea que alguien como él nos deje , a pesar de sus 94 años.
Una suma de años a la que pocos pueden si quiera aspirar pero que en él no parecían tener importancia. Su modernidad, activismo,carácter y personalidad eran rebeldes, joviales ,desbordantes. Era un referente, una persona necesaria por su voz amable pero inquebrantable. De medios modestos
casi clandestinos, desde que tomo el camino de la denuncia, pero serios, rigurosos y en consecuencia impopulares.No en vano el tratamiento serio y bien documentado de temas como la guerra de Argelia, e Israel estuvieron siempre acompañados por la polémica cuando no por insultos a los que él no daba ninguna importancia.
casi clandestinos, desde que tomo el camino de la denuncia, pero serios, rigurosos y en consecuencia impopulares.No en vano el tratamiento serio y bien documentado de temas como la guerra de Argelia, e Israel estuvieron siempre acompañados por la polémica cuando no por insultos a los que él no daba ninguna importancia.
Una voz imprescindible como dejo dicho Diana Johnstone en su homenaje escrito, una voz joven , y activa que nos ha dejado de una forma prematura, ya que fue único y se le echara de menos. Con él nos deja su publicación, Balkans Info que desaparece y muta en Eurassie express. Una revista de suscripción mensual nacida con el objetivo de rebatir las mentiras, propaganda e intoxicación informativa sobre la guerra de destrucción de Yugoslavia. País cuya historia y política conocía muy bien, ya que además de por motivos personales, estaba casado con una yugoslava y fue el primer periodista occidental al que el Mariscal Tito concedió una entrevista tras la ruptura de su gobierno con la URSS. Su conocimiento de Yugoslavia y el socialismo autogestionario fueron muy superiores a la mayoría de sus correligionarios.
Nuestro conocimiento fue ocasional y nuestras impresiones son meramente personales. Pero en la vida se conocen a muchas personas y pocas te resultan admirables en su empeño y modélicas en "su" lucha ; una lucha imbuida de idealismo en busca de la verdad y la denuncia de las injusticias.
Louis Dalmas falleció y los medios franceses con el Liberation a la cabeza, se ocuparon de sus aspectos más triviales.En los años cincuenta -sesenta fue el fotógrafo de grandes estrellas internacionales del cine, danza y música. Fundó la agencia Dalmass, de foto-reportajes que durante la década de los años sesenta llegó a ser considerada como la mejor del mundo.
Pocos hablaron de la entrevista con Tito antes mencionada, de su militancia trotskista y su pertenencia a la resistencia francesa durante toda la Segunda Guerra Mundial ,y no de última hora.
Diferencia ostensible con la mayoría de la intelectualidad francesa.
Sus buenas relaciones con las altas esferas, ministros y escritores siempre estuvieron ahí. Sus libros son una buena muestra.Prologados por la flor y nata del país galo. Aviso,no está Bernard Henry Levy a quien siempre reprochó su apoyo y proselitismo a la causa islamo-bosnia de Izetbegovic, y su posterior deriva pro-primaveras que contaminaron durante cierto tiempo a toda la prensa de "izquierdas" europea. Sus acusaciones contra el gobierno de Sarajevo no le reportaron nada más que descrédito y su afán por contextualizar y cifrar debidamente la masacre de Srebrenica le supusieron apelativos de "apestado" tales como promilosevic, ultranacionalista serbio o negacionista.
Su continua campaña de denuncia de los bombardeos,limpieza étnica y crímenes contra la comunidad serbia en Kosovo y Metohija acabaron por relegarle a un espacio marginal.
Llegamos hasta su casa, gracias a que Diana Johnstone en una muestra de amabilidad y confianza nos facilitó su contacto tras entrevistarla para el documental.
Tras varias amargas y desagradables experiencias en nuestro peregrinar parisino y exyugoslavo, el encuentro nos deparó una grata sorpresa. Una llamada telefónica, y allí estábamos. En su casa, que nos abrió de par en par, haciendo de buen anfitrión con puro en la mano y sonrisa en el rostro.Abandono una video-editorial que estaba grabando en aquellos momentos para atender a aquellos españoles que se habían preocupado por Yugoslavia y la caída del socialismo.
Simpático, tanto él como sus esposa fueron sumamente hospitalarios y abiertos con nosotros.
La entrevista se hizo sola. La pauta-guión crecía por momentos y enseguida el dialogo y la denuncia de una situación que había estudiado y proclamado repetidamente la sobrepasaron. Empezó a sacar libros que su editorial había publicado al respecto y números de sus revistas prolijamente documentadas con las que nos obsequió.
Él como nosotros, vio, él obviamente mucho antes, en la guerra de Yugoslavia un punto de inflexión, un modelo de las guerras, intervenciones y campañas de demonización mediáticas que vendrían a posteriori. Y esa así como otras tácticas de los poderes militares y económicos fueron diana constante de sus feroces críticas hasta el final.
Al poco de estar con él, nos dimos cuenta que la apatía y la desgana son la verdadera vejez. Y que su lucha, su denuncia, inconformismo e integridad son un ejemplo para allanar el camino del hombre en su búsqueda de la verdad y libertad.
Contamos con el honor de haberle conocido y que nuestro documental amateur cuente con su larga intervención de reconocible activismo, pero no menos irreprochable y rigurosa. En definitiva sumamente incómoda. Por tanto rica y extraña en un tema tan contaminado mediaticamente como el de Yugoslavia que gracias a él, lo es menos.
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