La
situación en la provincia serbia de Kosovo y Metohija gobernada por los
herederos del UÇK desde los bombardeos e invasión de la OTAN en 1999 ha vuelto
a recrudecerse esta última semana. Los medios hablan de incidentes tales
como un ataque serbio contra fuerzas de la Kfor con una granada aturdidora que
según las propias notas informativas de la misión militar de la UE no provocó
ningún daño ni herido. No obstante ,este intrascendente acto aislado
ha sido convenientemente magnificado por Josep Borrell , el Alto
Representante de la UE en Asuntos exteriores , así como la instalación de
barricadas en carreteras de la zona mayoritariamente serbokosovar. Inmediatamente han sido acusadas de infringir la ley de los acuerdos al imposibilitar las comunicaciones cuando en realidad estas son medidas
puramente defensivas de la asediada población serbia para impedir el acceso de una fuerza paramilitar albanokosovar
hostil que no tiene potestad para intervenir.
Esta fuerza policial conocida como ROSU ha incrementado no sólo el número de sus efectivos y de sus acciones ,sino también la potencia de fuego y medios de sus intervenciones con mayores y constantes despliegues en prácticamente toda la provincia superando con creces su zona de operaciones habitual ya sobrepasada durante las últimas escaladas de tensión. Las milicias albanokosovares están realizando una ofensiva escalonada desde hace meses contra una población serbia que está siendo perseguida ,agredida y amenazada en todos los enclaves alejados del norte de Kosovo de una manera tan sistemática como no se había visto desde los pogromos del 2004 .
Con una Rusia estancada ,cuando no derrotada en el plano militar en Ucrania y con importantes problemas en su área de influencia cada vez más menguada y una China cada vez más pragmática consciente que la ineptitud bélica rusa la deja en una posición de inferioridad manifiesta frente a Washington .Pekín centra sus esfuerzos en mantener suministro seguro y barato de energia rusa ,reforzado con el otras repúblicas ex-soviéticas con las que trata directamente sin necesidad de mediación del Kremlim. Y está más preocupada en mantener su crecimiento económico, frenar la pujanza del dólar y el cerco naval anglosajón y receptiva a las propuestas americanas tras la reunión de Xi Jimping con Joe Biden. EEUU lenta pero inexorablemente vuelve a llevar la iniciativa en el tablero mundial. Y lo hace como acostumbra, con un perverso juego de falsos equilibrios que responden a su astuta diplomacia de pirómano apagafuegos que vuelve a tener los Balcanes como escenario. Otra vez más contra el eslabón débil, la irredenta Serbia. Y su talón de Aquiles, Kosovo.
Serbia está sola pero no se resigna como puede verse en la brillante exposición que hizo su presidente Aleksandar Vucic en la pasada Asamblea General de la ONU que bien merece otro artículo. El apoyo de Moscú ante esta situación no pasará de lo sentimental y diplomático en el marco de unas Naciones Unidas opuestas a Rusia a la que cada día van minando en sus atribuciones. Mientras tanto el gobierno serbio una vez se han restablecido las comunicaciones con los puertos croatas para recibir suministros rusos , hecho que no hace sino vislumbrar un acuerdo de mínimos entre Washington y Moscú sobre la guerra de Ucrania , se ha acercado estos últimos días a la tradicionalmente hostil Budapest con la esperanza de una mejora de relaciones diplomáticas y económicas regionales.
El gobierno de Kosovo como tal no es más que un títere. Su fuerza como autoridad radica únicamente en la enorme base militar estadunidense de Bond Steel más que en sus reconocimientos internacionales ni mucho menos definitivos , y en sus fuerzas policiales que son directamente ideadas, administradas, entrenadas y armadas por los Estados Unidos como han hecho tantas veces con otras cuerpos armados en sus colonias o pseudo colonias americanas como instrumento para garantizar su presencia , intereses y agenda geopolítica. Con un presupuesto además financiado por el competidor europeo.
Esta política además de recibir el apoyo de la UE , también de la ONU que nos publicita la creación de la ROSU. Un cuerpo netamente albanokosovar como una fuerza multiétnica , moderna, profesional, de reintegración de veteranos del UÇK entre sus filas, ayudando a la castigada sociedad albanokosovar con la desmovilización tras la guerra. Constituyendo una institución no política que apoye la construcción nacional y mantenga el orden para facilitar la inversión económica en el "joven país". Meros subterfugios para disimular una fuerza auxiliar no oficial al servicio de los intereses imperiales de EEUU y supuestamente autofinanciada por los propios albanokosovares.
Su razón de ser es la de un ariete contra la minoría serbia. En estos últimos meses verdadera escalada que está suponiendo el hostigamiento a centros tan peligrosos y sospechosos como las pocas bodegas de zonas vinícolas inmersas en un mar de islamismo, las iglesias ortodoxas diseminadas por toda la provincia, explotaciones rurales, escuelas y alquerías aisladas en una estudiada maniobra de provocación a Belgrado y de una incesante expulsión de población serbokosovar, ya que esa es otro de los cometidos de la creación de ese agujero negro europeo que es el pseudo Kosovo independiente de mayoría albanesa.
La diplomacia serbia apela de
nuevo a las resolución 1244 de Naciones Unidas , base legal de la situación de
Kosovo no respetada por Occidente Naciones Unidas y a la OTAN, ofreciendo su policía
y ejército para coordinarse y trabajar conjuntamente para frenar los atropellos albanokosovares y aplacar los ánimos de los serbios más desesperados. Hasta ahora en
vano en lo que es una decisión muy arriesgada políticamente que le ha costado furibundos ataques por el gobierno alemán de signo eco socialista y profundamente
serbofobo.
Como parte del dispositivo militar táctico estadounidense ,las fuerzas paramilitares albanokosovares de la
ROSU han ido más allá en su ofensiva. Han irrumpido en una presa con armamento
pesado junto a la frontera serbia tras amenazar a sus trabajadores a punta de pistola y ultrajar las banderas
serbias del lugar. También se han hecho con el poder en Kosovska Mitrovica al ocupar la Asamblea y aprovechar el vacío que dejaba la protesta serbokosovar al abandonar sus
puestos en la administración y asamblea tras el aplazamiento de elecciones por parte del gobierno albanokosovar.
Desde Belgrado se han enviado
refuerzos a la zona fronteriza y el dialogo continua pese a las confusas
noticias que llegan ambos lados sobre episodios violentos y movilizaciones. Las
patrullas aéreas de la OTAN se han intensificado en la zona y a diferencia de
la última ocasión la KFOR no ha salido de sus cuarteles para evitar
altercados.
Posiblemente el pulso kosovar
afloje hasta una próxima ocasión, lo que es seguro es que los servicios de
inteligencia estadounidenses tomarán buena nota de la reacción serbia, y de
todos sus puntos débiles para volverlo a intentar de forma más dañina para los intereses serbios. Cuanto menor sea la
repercusión mayor será su fuerza y presión. Afortunadamente las calles de
Belgrado han respondido a la amenaza y el sentimiento nacional y prorruso no
disminuye en un pueblo que difícilmente tragará ya con el maná de la UE pero
que queda otra vez al albur de los equilibrios de fuerza que son por ahora otra
vez más contrarios a sus intereses como nación y pueblo soberano.
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