9 de Mayo. El día de la Victoria contra el Nazismo.

Eduardo J. García

Hace ya 67 años, en un asolado Berlín se puso fin a la mayor tragedia provocada por el hombre. La paz por fin se instaló en el continente europeo, pese a que siguió costando millares de vidas en Asia. 

Pero es el nueve de mayo y no el 8, el gran día de la victoria,( Dyen Pobedi), y no se debe sólo a diferencias horarias. 

La Unión Soviética, impuso una firma separada que se le  resistía, pues creían que su esfuerzo bélico y humano era incomparablemente mayor que el resto de los países europeos involucrados en la lucha contra el ejército nazi y sus aliados. Pese a ello la URSS nunca subestimó la lucha armada de los ejércitos o milicias, casi todas ellas socialistas-comunistas que se  enfrentaron al enemigo desde los Pirineos hasta China.
Desgraciadamente no todas ellas tuvieron el apoyo continuado que merecían por la falta de escrúpulos de Stalin que condenó por equilibrios políticos a muchos grupos comunistas que acabaron siendo reprimidos y aniquilados. De hecho el dictador soviético nunca se fió de Tito pese a acogerlo bajo su manto protector. Pese a ello , el yugoslavo al igual que los nazis fue más rápido de reflejos que el zar rojo y precipitó una ruptura que el georgiano no supo preveer a tiempo. Eran notorios los intereses anglosajones en los balcanes.
El pago tras años de lucha contra el invasor fascista y  supervivencia en los campos de concentración para muchos partisanos soviéticos fue  el gulag y el paredón.
Pero pese a Stalin, el éjercito rojo y el pueblo soviético resultaron victoriosos tras un sufrimiento y perdidas inimaginables.

El día 9 de Mayo quedó así como la fecha de la victoria comunista sobre el Nazismo.

La bandera roja, la hoz y el martillo ondeando orgullosas sobre las esvásticas.

En Moscú cada año se celebra un gran desfile, este año han marchado unos 14.000 militares ondeando la bandera roja.

Esta costumbre fue recuperada por  Putin  para mantener a salvo el orgullo patriótico-bélico pese a compartir muy poco con los millones de personas de diferentes razas, religión que dieron su vida por la victoria.

El día 9 más allá de toda interpretación política sesgada debe celebrarse este hito.

Los más de veinticinco millones de ciudadanos soviéticos caídos en la segunda guerra mundial bien merecen el respeto y reconocimiento por parte de todos.

Aunque a los dirigentes de algunas de las  antiguas repúblicas prefieran dar la espalda a ese enorme sacrificio para festejar momentos más afines con su naturaleza  humana , moral y política como es el de la liberación por parte de los nazis o de la guardia blanca zarista.

Este es el caso de los bálticos, que sin embargo surtieron las filas del ejército rojo con miles de soldados, sobre todo lituanos.

Georgia, motivada por una clara intencionalidad política, lleva años desprestigiando esta fecha en un tira y afloja con el gobierno ruso. De hecho las celebraciones más importantes son el día 8 , como si fuera un país occidental. Un paso más en la construcción de una entidad nacional ficticia y aberrante en la que Georgia nada tiene que ver con los países que la rodean y con los que ha compartido tanto para bien como para mal a lo largo de su gran trayectoria histórica. Especialmente doloroso es  el caso del Mayor Kantariya, uno de los hombres que se encaramó en el Reichstag para empuñar la bandera de la revolución proletaria, fallecido recientemente en Moscú, a miles de kilómetros de la tierra que le vio nacer y cuya división nunca aceptó.

No obstante  el reconocimiento popular  y la gran huella dejada por la Gran guerra Patria en esta república son incuestionables. Y Georgia pese a la reciente guerra de agresión  que empezó contra Rusia , sigue siendo la más nostálgica de la URSS.

Y lo son en todo el antiguo espacio soviético. Pero no únicamente allí. 

En Israel , Bosnia y Serbia  el 9 de mayo sigue teniendo un significado especial.

 El caso yugoslavo merece un capítulo aparte.
Mientras podría pensarse que  la Yugoslavia de Tito, como país comunista se arrogaba a la símbologia soviética, esta aunque adaptada por el régimen , no era del agrado del dictador. Sobre todo tras la ruptura en 1948. Pero ni siquiera él pudo negar esa evidencia. A pesar que hablar bien de los soviéticos era tema tabú y motivo de purga y encarcelamiento.

El sufrimiento del pueblo Yugoslavo fue enorme , sus pérdidas se estiman en un millón de muertos. Probablemente incluso este número  pueda ser mayor, pues a la invasión y reparto del país a manos italianas, alemanas, húngaras, búlgaras, rumanas y albanesas hay que añadir los brutales bombardeos, el genocidio cometido por los ustasi contra serbios, gitanos, hebreos y comunistas de todas las nacionalidades.

Las matanzas de las SS integradas por divisiones bosnio- musulmanas (División Handschar aliada de las croatas) y albanesas(Skanderg que rompieron el equilibrio demográfico que tanto influyó en la guerra de posiciones y limpiezas étnicas posteriores. 

Todo esto relativizaba el papel  jugado por el rodillo nazi en esta parte de Europa sin más interés  que dejar el paso expedito a Grecia para aliviar a sus inútiles aliados italianos y concentrarse en la lucha contra la URSS.
Pero aquella era la visión de  1941, las imágenes del ejército real  yugoslavo completamente derrotado, el bombardeo de Belgrado como castigo,( así se llamó la operación de bombardeo alemán) por la negativa mostrada por la población capitalina.
Las tornas cambiaron en 1943. Los partisanos rompieron en Bosnia el cerco  nazi al que estaban sometidos con unas pérdidas tremendas, y empezaron a extenderse por todo el territorio yugoslavo en el que hacia tiempo  actuaban sus combatientes. Esto trajo unas represalias terribles. Y es aquí cuando toda comparativa entre frente occidental y oriental pierde sentido. Las operaciones de exterminio alemanas y de sus aliados contra la población serbia alcanzaron cuotas espantosas. Miles, y miles de personas fueron masacradas. El valle de Kozara y Kragujevac deberían rezumar sangre con sólo ser nombrados. Ni los niños fueron respetados en la locura asesina nazi.

Además de una guerra de conquista, de agresión brutal contra un pueblo que no quería ser invadido, existía el desprecio racial y por supuesto el ideológico. Esta es una de las causas(además de los motivos económicos) que explica el por qué  el frente del Este se  convirtió en un escenario tan atroz, y esta es también la razón del salvaje trato deparado a Yugoslavia.

 La disidencia interna entre uno y otro bando no ayudaron en nada, y esto benefició mucho a los nazis que pudieron destinar sus mejores fuerzas a otros puntos de mayor relevancia estratégica.

Los Cetniks monárquicos no fueron los hombres entregados a los nazis que describió la propaganda comunista, lucharon contra unos y otros.  Y entre sus mandos no sólo estaban representados los serbios , ya que había una destacada presencia de generales eslovenos. Se llegaron a extrañas alianzas y pactos. Todo vale para dañar al rival más inmediato, sobre todo si es tu vecino. Eso vale tanto  para las primaveras arábes como para la reciente guerra de Bosnia. Es cuestión de superar la lógica y todo escrúpulo para hacerse con una parte del pastel.

Nedic, fue digamos el Pétain serbio, y su máxima preocupación además de reprimir todo movimiento social de cambio , fue la de evitar victimas civiles. No quería que el pueblo serbio se convirtiera en objetivo de los cañones de los panzer. Vano intento, y muy ilusa meta viendo como se comportaron sus nuevos amos y a quien dieron el poder.

En Croacia, Pavelic, a pesar de la gran simpatía que había despertado entre su población  con su movimiento fascista y ultracatólico, también tuvo una fuerte contestación. Miles de comunistas croatas lucharon contra los ustasi y acabaron engrosando las columnas de Tito que se dirigieron hacia Trieste  tras la sangrienta ruptura del Srmski Fornt y que saldaron sus cuentas con incontables ejecuciones en las actuales autoproclamadas repúblicas de  Eslovenia y Croacia.

Una guerra civil, una revolución , y una guerra Mundial. Todo dentro de las no demasiado bastas fronteras Yugoslavas.

Los partisanos pudieron romper el frente en 1944 tras una gran contraofensiva del eje únicamente  gracias a la ayuda soviética y búlgara.

Sin la masiva aportación de los tanques y artillería de estos ejércitos, nunca habría sido posible un cambio tan grande en el frente. Bulgaria harta de guerra, pobreza y despreció germánico inició una revolución que no sólo liberó su país sino que ayudó a la liberación de zonas yugoslavas, Macedonia entre ellas.

Esto fue escondido, deformado y falseado por Tito que insistió en montar una leyenda que le venía muy bien, él sólo, (dejemos a los británicos y americanos para otra artículo)había vencido al invasor fascista.

Así agigantaba su papel y proclamaba su "independencia" respecto a la URSS.

Pero ni aún así se pudo diluir la gran base fundacional del régimen que fue la guerra, y mucho menos tocar una fecha tan emblemática como el 9 de Mayo que unía a todos en el recuerdo de una empresa común y de un padecimiento extremo que nunca podría ser olvidado.

Volvamos a nuestros días tras este somero e incompleto repaso.
  

Bosnia celebra el día, pues su yugoeslavismo fue esgrimido por sus propagandistas como sancta sanctorum de la sociedad multiétnica durante  la guerra de los noventa  para ganarse las simpatías del mundo. Quieren erigirse en los herederos de lo que han ayudado a destruir. Demencial, una de las razones por las que balcánico tiene siempre esa acepción tan negativa. La otra es la prensa y los señores que escriben los libros de historia, que no la historia, en las cuales la ignorancia, el tipismo , el etnocentrismo y quien les paga tienen mucho más que ver que los verdaderos acontecimientos.

El gobierno bosnio-musulmán aprovecha para enlazar "su lucha del pasado contra el fascismo" ????????????? Para establecer un paralelismo muy burdo y estúpido con la "agresión serbia".Esto además de ridículo es falso, pero poco importa a los "concienciados" y demócratas moderados amigos de las justicia en casas ajenas.

En Serbia sin embargo, el día 9 de Mayo está siendo desnaturalizado a pasos agigantados. Ahora es el día de Europa, el  de la UE por supuesto. La "nueva causa" ha ganado el interés mediático y político. No en vano parece ser el único programa de los partidos que han pasado a la segunda vuelta de las elecciones. La oficina de información de la UE ocupa más espacio, páginas y minutos de televisión que el desfile y recuerdo a las victimas serbias.

Una herencia ,la del 9 de Mayo que debería estar por encima de todo pueril partidismo político y unir. Pero como criticar a algo contra lo que ya no interesa luchar.